
Dimensiones Curriculares

SABES QUE ES?...
CURRÍCULUM FORMAL
SABES QUE ES?...
CURRÍCULUM
OCULTO
SABES QUE ES?...
CURRÍCULUM
VIVIDO
Presentación
Es necesario iniciar desde la tesis principal de que el currículum ha tenido históricamente una variedad de conceptualizaciones que han ido cambiando de acuerdo a los procesos histórico-sociales, al ser producto de la propia historia humana, lo que lo posiciona ante un panorama complejo en torno al tema de su multidimensionalidad.
En el presente artículo se esbozarán algunas definiciones con la intención de que se comprenda como un objeto de estudio complejo el cual esta vinculado con factores políticos, económicos, ideológicos, culturales y academicos, que de alguna manera, son intrinsecos a él, lo condicionan y le van dando forma y contenido.
Se presentan las tres principales dimensiones del currículum: formal, oculto y vivido, con la fialidad de ampliar el panorama de conocimiento y aplicación sobre cada uno y su vinculación en la elaboración de Planes y Programas de Estudio


PLANEACIÓN Y EVALUACIÓN CURRÍCULAR
Mariela Alfonso.


El currículo difiere entre sí en razón de las circunstancias y características peculiares de los procesos enseñanza-aprendizaje, por ejemplo la preparación de un abogado requiere de un currículo diferente del que sirve para preparar a un médico o a un técnico. Aunque el currículo difiere en cuanto al nivel, la duración y los propósitos etc., comparten una estructura o composición en común; en ellos se encuentran los siguientes elementos:
FUNDAMENTACIÓN DE LA CARRERA PROFESIONAL
Para que el diseñador cuente con bases sólidas que le permitan tomar decisiones primero es necesario establecer los fundamentos de la carrera que se va a diseñar. La primera etapa de la metodología consiste en la fundamentación del proyecto curricular. Es necesario establecer la fundamentación por medio de la investigación de las necesidades del ámbito en que laborará el profesionista a corto y largo plazo. La detección de estas necesidades también sitúa a la carrera en una realidad y en un contexto social. Una vez detectadas las necesidades, se analiza si la disciplina es la adecuada para solucionarlas y si existe un mercado ocupacional mediato o inmediato para el profesional. Con el fin de no duplicar esfuerzos, se investigan otras instituciones que ofrezcan preparación en dicha disciplina. Ya que el proyecto de creación o reestructuración de una carrera compete a una institución educativa, deben analizarse los principios que la rigen, con el fin de adaptarse a ellos sin que se desvirtúen las habilidades que debe obtener el egresado para solucionar las necesidades sociales, que constituyen la base del proyecto curricular. Asimismo, deben considerarse, por medio de Investigaciones y análisis, las características de la población estudiantil que Ingresará a la carrera.
ELABORACIÓN DEL PERFIL PROFESIONAL
Después de establecer una sólida fundamentación de la carrera que se va a crear, es necesario fijar las metas que se quieren alcanzar en relación con el tipo de profesionista que se intenta formar. Esto se determina con base en la fundamentación establecida. La segunda etapa de esta metodología consiste en la elaboración de un documento donde se contemplen las habilidades y conocimientos que poseerá el profesionista al egresar de la carrera. A este documento se le denomina perfil profesional. Para construir el perfil profesional se debe realizar una investigación de los conocimientos, técnicas y procedimientos disponibles en la disciplina, los cuales serán la base de la carrera.
Posteriormente, se determinan las áreas de trabajo en que laborará el profesional, con base en las necesidades sociales, el mercado ocupacional y los conocimientos, técnicas y procedimientos con que cuenta la disciplina. Para obtener las áreas de trabajo, se determinan y definen las tareas que desempeñará el profesional, así como las poblaciones en que ofrecerá sus servicios. La conjunción de áreas, tareas y poblaciones. Implica la delimitación del perfil profesional, el cual debe contener, enunciados en rubros, los conocimientos y habilidades terminales u objetivos que debe alcanzar el profesionista.
ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA CURRICULAR
El perfil profesional establecido proporciona, a su vez, bases para decidir la estructura y los contenidos de la carrera que se diseñará. La tercera etapa de la metodología está constituida por la organización y estructuración curricular. Con base en los rubros (conocimiento y habilidades termina que contienen el perfil profesional, se enumeran los conocimientos y habilidades específicos que debe adquirir el profesionista para que se logren los objetivos derivados de los rubros. Estos conocimientos y habilidades específicos se organizan en áreas de conocimientos, temas y contenidos de la disciplina, con base en los criterios derivados de ella. El siguiente paso consiste en estructurar y organizar estas áreas, temas y contenidos en diferentes alternativas curriculares, entre los que se encuentran el plan lineal o por asignatura, el plan modular y el plan mixto. El número y tipo de organizaciones curriculares depende, entre otros factores, de las características de la disciplina, de la disponibilidad de recursos y de los lineamientos de la institución educativa, por último, se selecciona la organización curricular más adecuada para los elementos contemplados.
EVALUACIÓN CONTINUA DEL CURRÍCULO
El plan curricular no se considera estático, pues está basado en necesidades que pueden cambiar y en avances disciplinarios, lo cual hace necesario actualizar permanentemente el currículo de acuerdo con las necesidades imperantes y los adelantos de la disciplina. Para lograrlo se debe contemplar la evaluación externa que se refiere a las repercusiones sociales que puede tener la labor egresado, es decir, su capacidad de solucionar problemas y satisfacer las necesidades del ambiente social. A su vez, la evaluación interna se refiere al logro académico de los objetivos enunciados en el perfil profesional. Ambos tipos de evaluación están en constante relación de interdependencia. Los resultados de ambas evaluaciones conducirán a la elaboración de un programa de reestructuración curricular.
“Evaluar el currículo es la tarea que consiste en establecer su valor, como el recurso normativo principal de un proceso concreto de enseñanza-aprendizaje, para determinar la conveniencia de conservarlo, modificarlo o sustituirlo”. (Arnaz, 19Toda evaluación requiere de normas en función de las cuales se juzga lo evaluado y las siguientes son algunas que pueden considerarse para evaluar un curriculum:
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El curriculum ha de ser útil para satisfacer las necesidades sociales.
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Los objetivos curriculares deben ser alcanzables es decir “realistas”.
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Los objetivos curriculares deben ser evaluables para saber si se están logrando o no.
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El curriculum ha de ser congruente, adaptable y servir como guía concreta que contribuya al logro de metas.
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Los contenidos deben ser pertinentes para el logro de los objetivos.
Cuando una persona, o un grupo de personas, deciden diseñar un programa académico es necesario tener en cuenta que se van a formar personas que posteriormente contribuirán a solucionar determinados problemas de la sociedad en que viven. Aquí, es importante pensar que una comunidad no necesita médicos, agrónomos, veterinarios o arquitectos en sí mismos, sino que lo que necesita es resolver sus problemas de salud, agroprecuarios o de vivienda, que hacen necesaria la formación de personas con conocimientos en esas áreas, por ello es muy importante que los planificadores académicos tengan un conocimiento lo más exacto posible de los problemas existentes en la sociedad, como paso inicial y fundamental para comenzar el diseño de sus programas.











